El cacao, la planta tropical de 4000 años de antigüedad, es uno de los mayores regalos de México al mundo. Esta planta se apoderó del planeta como uno de los sabores más deliciosos para el paladar humano.
La palabra cacao proviene del náhuatl cacahuatl y del maya kakaw. Se cree que significa fruta roja fuerte, probablemente debido a las cualidades fortificantes del cacao cuando se ingiere.
¿Dónde se origina el cacao?
Esta es una planta quisquillosa, que se niega a crecer más allá de los 20 grados de latitud al norte o al sur del ecuador, endémica de las zonas tropicales y subtropicales de las Américas.
Los conquistadores españoles susurraron acerca de las arboledas sagradas de cacao maya que les permitieron cultivar esta planta más allá de esas limitaciones geográficas.
Hoy en día, los científicos creen que estas arboledas estaban ubicadas dentro de los sumideros (llamados cenotes). Estos ofrecían sombra a los árboles y una fuente constante de agua dulce de los ríos subterráneos.
La primera domesticación conocida de la planta fue por parte de los mayas hace 2000 años.
El cacao existió mucho antes de eso, pero la gente de América Central y del Sur familiarizada con él, simplemente chupó su capa exterior blanca y grasosa y descartó la semilla interna o “almendra” para que la comieran las aves y otros animales.
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¡Gracias, mayas, por el cacao!
Fueron los mayas quienes comenzaron a secar y tostar las semillas de cacao para usarlas en recetas y como moneda.
El uso del cacao como alimento durante la época prehispánica era profundamente ritualista y reservado para ocasiones especiales.
Solo estaba disponible para los escalones superiores de la sociedad maya y luego mexicana: las semillas eran tan valiosas que era prácticamente imposible que los trabajadores pobres las obtuvieran.
Los tiempos de la conquista
Los historiadores españoles registraron el uso de varios tipos diferentes de plantas de cacao cuando llegaron al Nuevo Mundo.
Algunas se usaron en comida y bebida, otras como moneda y una en particular, como un tipo de limosna para los pobres.
Cuando los españoles comenzaron a monopolizar la producción de cacao durante el período colonial en México, las bebidas tradicionales y las técnicas de cocción se transformaron gradualmente.
De frío a caliente, de amargo a endulzado, de una base de agua a una base de leche, crearon la forma de chocolate conocida hoy en todo el mundo.
Muchos años después se originó el chilate, luego el chocolate caliente y más tarde un sinnúmero de bebidas.
